10 minutos con Jesús: El secreto infalible del éxito
Madre mía Inmaculada, desde hoy y para siempre, empezando ya, voy a caminar de tu mano el resto de mis días, voy a hacer todo contigo y, si es difícil, pediré que lo hagas tú por mí. No me separaré de ti jamás y si dudo, tú no me sueltes, Madre mía.