Teo y sus amigos nos animan a cantar nuestro villancico a los pies del pesebre al niño Jesús, a darle posada en nuestro corazón y a no perderlo por nada del mundo.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.