Es la figura de un joven mártir mexicano que fue un verdadero testigo de Cristo. Nació el 28 de marzo de 1913. Proviene de un ambiente familiar muy cristiano. En su corazón de niño, calaron la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, la Eucaristía y a la Virgen de Guadalupe.
Vivió en un ambiente de persecución a la Iglesia católica. En plena persecución, pidió a sus padres irse con los cristeros. En el momento de partir dijo a su madre: "nunca como ahora ha sido tan fácil ganarse el cielo".
Desde la prisión escribió una carta a su madre alentándola en el dolor y animándola a que en todo cumpliera la voluntad de Dios. Ante la pregunta de que mandaba decir a su padre el responde que en el cielo se verán y a continuación grita ¡Viva Cristo Rey!