Arrojarán demonios en mi nombre: El sufrimiento del inocente
D. Javier Luzón nos advierte, en este programa de «Arrojarán demonios en mi nombre», que no hay que pensar de dónde viene la afección preternatural, sino que el interesado tiene que centrarse en reflexionar sobre el para qué. Es decir, que si Dios permite un sufrimiento es porque va a sacar un bien mucho mayor, como por ejemplo mi propia conversión o la de un familiar. Dios nos ha dado la posibilidad de ser corredentores con Él, participando de su sufrimiento, y nada de lo que nos ocurre se escapa de su mano.