Contemplad a María: Bienaventurada tú que has creído
En esta meditación, Abelardo de Armas explica que no podemos separar a la Virgen de Jesucristo. Tenemos que mirar a la Virgen para decirle: ―¡Madre, queremos ponernos a tu disposición! Enséñanos a vivir cara al Cielo, para poder pisar firmemente sobre la tierra.