Meditaciones de Pascua: Domingo II- «Él es la propiciación por nuestros pecados»
En esta meditación, Abelardo de Armas nos recuerda que no podemos separar en ningún momento a Cristo resucitado de Cristo clavado en la cruz. Jesús, sacerdote, víctima y altar, nos redimió muriendo en una cruz. Pero la historia no terminó ahí. Como era Dios, el Señor resucitó al tercer día; por eso en Pascua debemos tener: “una fe creciente, esperanza cierta, alegría desbordante, paz imperturbable, amor ardiente”.