Viernes Santo
En este día reviviremos la trágica pasión del Redentor hasta la crucifixión en el Gólgota, anunciada ya por los profetas especialmente por Isaías, 700 años a.C. Jesús muere en la cruz. He aquí el madero de la cruz, “donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Toda la vida de Jesús desde la Encarnación está dirigida a este momento. El Padre envía al Hijo para redimir al mundo y el Hijo cumple la voluntad del Padre sometiéndose libremente a la muerte y la Pasión redentora. En la celebración de los oficios del Viernes Santo destaca el rito de la Adoración de la Cruz. Acerquémonos a besarla con amor y agradecimiento. Besar la cruz significa estar dispuesto a aceptarla. Aceptar la cruz del Señor, su camino de entrega por los demás que le llevó a la muerte y aceptar la propia cruz, uniendo nuestro sufrimiento a la Pasión redentora de Cristo.