- Published in Es la hora de la Divina Misericordia
"¡Cuánto deseo la salvación de las almas! Mi querida secretaria, escribe que deseo volcar mi vida divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran recibir mi gracia. Los más grandes pecadores podrían alcanzar una gran santidad si solamente tuvieran confianza en mi misericordia" (Diario de Santa Faustina Kowalska, 1784).