Virgen de Lourdes, en este día, queremos pedirte especialmente, por la conversión de todos los pecadores.

En este programa de «Acompañando a Jesús», don Sebastián García-Noblejas nos dice que la actitud de Jesús con los mercaderes del Templo nos enseña que nosotros tampoco podemos tolerar que se ofenda a Dios donde nosotros estemos si lo podemos evitar. Nos tenemos que mover por el amor a Dios y el amor a los hombres, queriendo impedir la condenación de sus almas.

Mayra Rodríguez completa su historia. Mayra vuelve a casa y se aleja de Dios totalmente. Empieza a estudiar psicología con profesores ateos que le invitan a olvidar su fe como paso necesario para llegar a ser un buen profesional. Comienza a ir a fiestas, a beber... Hasta que unos amigos suyos le invitan a una misa para tocar y escuchar una canción que han compuesto para ella. A partir de aquí comienza una relación muy especial con la Virgen que le ayudará a encontrar fuerzas para salir del pecado y encontrar su lugar: su hogar.

«¿Qué es lo que tengo que hacer para ser santo?» Cumplir los mandamientos que el Señor, a través de la Iglesia, ha dictaminado. «¿Es necesario cumplir todas las reglas aunque no las entienda?». Como sabemos que la Iglesia es madre, tenemos que confiar en que todas las reglas están puestas por y con amor. ¡Escucha este audio de «Reflexiones de un cura, por D. Jorge González Guadalix»!

El Prof. Rafael Sánchez Saus, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, no duda en definir a Isabel la Católica como «el mejor “rey” de España». Esta reina, desde muy joven, tuvo una conciencia muy clara acerca de cuál era la misión que Dios le reservaba en ese difícil periodo de la historia de España y que pasaba, en primer lugar, por la pacificación del reino, la restauración de la justicia y del poder real, y la unidad de todo el territorio español. Solo desde esta perspectiva podremos comprender las dos medidas más conflictivas de su reinado: la institución del Tribunal de la Inquisición y la expulsión de los judíos de España.

Jesús nos dio a María como Madre y tenemos la certeza de que siempre podemos acudir a Ella porque nunca nos abandona.

En esta última parte, todos los miembros de la embarcación que sobrevivieron llegaron a un lugar en el que había una gran viña y una fortaleza. Entrando, encontraron platos de lo más exquisitos y, por fin, pudieron descansar. Para concluir, San Juan Bosco hace una aplicación del sueño y explica a quiénes está dirigido.

Vosotros sois la luz del mundo. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

«Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.»