10 minutos con Jesús: Látigo en mano
- Categoría: 10 minutos con Jesús
No convirtáis la casa de mi Padre en cueva de ladrones.
No convirtáis la casa de mi Padre en cueva de ladrones.
En el séptimo programa de este bloque de Marcando el Norte dedicado a «Sta. Juana de Arco: La Doncella de Orleans», llegamos al final del proceso de Santa Juana, con su condena y muerte. Juana se mantiene fiel en medio de tantos sufrimientos y proclama poco antes de morir: «Yo no soy herética, ni relapsa. Mis voces eran de Dios y yo no he engañado a nadie». ¿Cómo llegaron a condenarla? ¿Cuál fue su condena? Nos lo explica la Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros, autora del libro «Sta. Juana de Arco. Reina, virgen y mártir. Primer estudio documental en español a la luz de sus procesos».
En este podcast de «Una persecución luminosa», el P. Rodrigo Miranda, IVE, hace una reflexión, tomando como base lo ocurrido en Alepo, en la que nos hace caer en la cuenta de cómo la mentalidad del hombre moderno, caracterizado por la irreligiosidad y por un rechazo de Dios, tiene una extraña atracción por el mal en todos los campos, incluido en el arte que, además es fomentada por los medios y poderes políticos. Nos exhorta también a huir de la fealdad buscando la verdad y la verdadera belleza, que es sublime y alimenta el alma.
Los discípulos del Señor tenemos que ser íntegros, actuar igualmente cuando la gente nos ve y cuando no nos ve. Hacer y decir lo correcto siempre.
En este programa de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley nos recuerda que el problema de nuestros agobios es que nos queremos enfrentar a la tarea nosotros solos sin contar con Jesucristo y nos olvidamos, tantas veces, de que Dios se ha hecho uno de nosotros, y que no solo me dice «ven a mí y descansa», sino que, como es Dios y hombre, puedo apoyar mi cabeza sobre su pecho y escuchar el latido de su corazón, cogiendo de Él las fuerzas necesarias para acometer cualquier empresa.
El reino de Dios es semejante a un tesoro escondido en el campo. El que lo encuentra lo esconde y, lleno de alegría va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
Un joven salió buscando fortuna, pero con tan mala suerte, que el barco donde viajaba naufragó y él consiguió llegar a una isla agarrado a un palo. Estando en la isla encontró una cueva y de ella salió un carnero que quiso atacarle. Él, que era bien diestro, lo toreó de tal suerte que, rendido el carnero, se convirtió en un enano, el cual le concedió al joven un deseo y le rogó que salvase a tres princesas que estaban secuestradas. ¿Logrará nuestro amigo cumplir su misión?
Hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión.
¿Por qué no hacemos un recuento de todo lo que me ha dado Dios, de todo lo que Él ha derramado sobre mi vida? ¿Qué he hecho con el don recibido? ¿Eres consciente de lo que Dios ha hecho por ti, que te ha amado tanto que ha enviado a su Hijo para derramar su sangre por ti, que se ha quedado en el sagrario por ti, que te ha dado a los sacerdotes…? ¿Nos preocupa nuestra salvación? A estas y otras cuestiones responde el P. Christopher Hartley, en esta edición de «Palabras de vida desde la misión».
Don Juan Andrés Talens —decano de la sección española del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II— responde a la pregunta: ¿Cómo se puede vivir el amor verdadero y la pureza de corazón? La pureza de corazón es un don del Espíritu Santo. Es necesario que, sea cual sea la vocación a la que somos llamados, haya detrás una vida de unión con Dios.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.