En esta cápsula de «Mi Inmaculado Corazón triunfará», nos animan a pedir una gracia grande a través de los santos pastorcitos y nos cuentan cómo en vida, la pequeña Jacinta no se olvidaba de aquellas personas que acudían a ella pidiéndole oraciones, alcanzando de Dios las gracias que muchos de ellos pedían.

No dejes que tus talentos se pudran en el fondo del armario, hazlos fructificar, sácalos adelante.

El Señor tiene el poder de cambiarnos con una sola palabra. En esta homilía de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley, basándose en el Evangelio de la vocación de Mateo, insiste en que el Señor lo sabe todo y nos conoce por dentro. El Señor no ve solo lo que somos en este momento, sino lo que podemos llegar a ser. Y nos pregunta: ¿vamos nosotros a buscar a aquellos que están alejados del Señor?

En el quinto programa de este bloque de «Marcando el norte», dedicado a «Sta. Juana de Arco: La Doncella de Orleans», descubriremos por qué se le llama «reina». ¿Lo fue realmente? Pues sí. Juana de Arco fue reina, aunque solo unos instantes. El hecho conocido como la «Triple Donación» fue un momento clave de la misión de Sta. Juana, que concluye con la proclamación de Jesucristo como el verdadero Rey de Francia. La «Triple Donación» culmina con la consagración del rey Carlos en Reims: un momento de transfiguración para nuestra heroína, que anuncia —como en la vida del Señor— que la Pasión de Juana se acerca. Todo esto, de la mano de la Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros, autora del libro «Sta. Juana de Arco. Reina, virgen y mártir. Primer estudio documental en español a la luz de sus procesos».

«El rol de los medios de comunicación fue determinante en el origen, desarrollo y desenlace, aún en proceso, del conflicto en Siria». Con estas palabras comienza este programa de «Una persecución luminosa», en el que el P. Rodrigo Miranda, IVE, explica que ha habido tal manipulación por parte de los medios, que no buscaban informar, sino crear una opinión influyente según sus intereses, incluso por parte de medios católicos.

¡No dejes que tu corazón se corroa por la envidia! ¿No te es suficiente saber lo mucho que Dios te ama?