10 minutos con Jesús: Modo avión
Que los agobios y sofocos de esta vida no nos aparten de la unión con Cristo.
Que los agobios y sofocos de esta vida no nos aparten de la unión con Cristo.
El Señor siembra continuamente en el mundo buena semilla y nosotros, siendo ciudadanos del Reino, tenemos que hacerla fructificar, no solo en los que piensan como yo, sino en todo el mundo, ya que los partidarios del Maligno están al acecho y todo lo que no sembremos de bien, ellos lo harán de mal. Al final de la vida, todo será descubierto, y cada cual recibirá su recompensa. ¿Serás tú parte de la buena semilla? ¡Escucha al P. Christopher Hartley en «Palabras de vida desde la misión»!
Podría parecer una cuestión bastante sencilla. El paciente es quien decide sobre los tratamientos que quiere o no quiere recibir al final de su vida. Pero don Pablo Requena —médico y profesor de Teología Moral— nos explica cómo, en la práctica médica, nos encontramos con muchas situaciones en las que no es fácil o no es posible preguntar al paciente acerca del tratamiento que considera más adecuado para él. También nos explica por qué la moral cristiana tradicional defiende el principio de autonomía del paciente.
El encuentro con Jesús cambia la vida, nos cura completamente y nos devuelve la dignidad.
Tomando como referencia dos de las parábolas del Reino, el P. Christopher Hartley, en esta reflexión de «Palabras de vida desde la misión», explica que para poder dejar huella en el alma de las personas, no es necesario hacer grandes cosas, sino ser fieles a las cosas pequeñas, sin miedo y con valentía. También nos previene para que no seamos hipócritas y vivamos una vida cristiana verdaderamente coherente.
Un anciano vagabundo y su nieta estaban ateridos de frío y muertos de hambre porque ese día habían ganado muy pocas limosnas. Mientras el anciano tocaba malamente su violín, tres hombres se acercaron a ellos y este les pidió una limosna. Ellos, llenos de lástima, cogieron el violín del anciano y comenzaron a tocar… ¿Cómo terminará la historia? ¿Es verdad que todavía existen hombres buenos capaces de compadecerse de los demás por amor a Dios? ¡No te pierdas esta pequeña historia!
Pidamos al Señor que nos dé una mirada como la suya, para que podamos ver todo como lo ve Él.
El P. Christopher Hartley, en este podcast de «Palabras de vida desde la misión», recalca tres ideas fundamentales para la vida de todo cristiano: el saber discernir correctamente el bien del mal, la certeza de que hemos sido predestinados para la vida eterna y cuestionarnos seriamente si de verdad hemos conocido a Cristo y, por ello, Él es nuestro único tesoro.
Dame Señor la firme confianza de que todos mis sufrimientos son fuente de gracias si las vivo unido a ti.
¿Pasas mucho tiempo convenciéndote a ti misma de lo bien que estás haciendo las cosas y de que «total, no pasa nada, porque esto es una relación estable»? ¡Pues vas por mal camino! Crystalina Evert, en este programa de «Feminidad pura», advierte que Dios hizo nuestros corazones para el amor verdadero y por eso el amor trae paz, mientras que la lujuria trae tensión. Aunque esté mal visto por una sociedad tan sexualizada, no tengas miedo de vivir en pureza, ya que te dará una verdadera libertad.
En 1251, al tallar un crucifijo en el monasterio del pirineo catalán, realizaron un orificio en la cara de Jesús en el que metieron la Eucaristía. Fue completamente olvidada, y a día de hoy se mantiene intacta.
En Silla, localidad valenciana, cuando el párroco abrió la puerta del tabernáculo para extraer la píxide, vio que las Hostias habían desaparecido. Fueron halladas dos días después bajo una piedra de un pequeño huerto.
Comenzamos en este programa con milagros relacionados también con la Virgen María. Empezamos cpn el milagro de Calanda, en el que en 1637 un agricultor tuvo un accidente y perdió la pierna derecha. Más de dos años después, le fue reimplantada su misma pierna de forma milagrosa.
En Lourdes, Francia, el milagro ocurrió al curarse una persona cuando pasó delante el Santísimo Sacramento el 22 de agosto de 1888.
En este programa de «Acompañando a Jesús», D. Sebastián García-Noblejas dice que en los momentos en que se alce la tempestad interior en nuestra vida, lo que tenemos que hacer es permanecer unidos al Señor y ser fieles hasta en las cosas más pequeñas, seguros de que, aunque parece que el Señor duerme, Él espera nuestra confianza total y siempre está a nuestro lado; tenemos que rogarle insistentemente para que calme la tempestad, pero sin desesperarnos.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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