10 minutos con Jesús: Ya se ve Belén
«Y María nos señalaba gozosa su vientre... ¡Ahí estaba el Redentor, el esperado por todos, nuestra Esperanza, con Él no había nada que temer!»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.