Compartiendo a Jesucristo: La plenitud de la ley
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.