Compartiendo a Jesucristo: «¡Apártate de mí, Satanás!»
«Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.