Compartiendo a Jesucristo: Padre nuestro
«Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos…».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.