Compartiendo a Jesucristo: ¿No es éste el hijo del carpintero?
«Todos honran a un profeta menos los de su tierra.»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.