Amparo Medina: Combatiendo la cultura de la muerte 7/7

Capítulo 7º  de «Entre Profesionales: Leyes que rigen el mundo».

Séptimo y último programa del bloque de “Entre profesionales: Leyes que rigen el mundo”, que tiene por título “Combatiendo la cultura de la muerte”.

A lo largo de estos siete programas, Amparo Medina - experta en pastoral familiar y exfuncionaria de la ONU- nos ha ido mostrado el rostro escondido de la ONU, con sus políticas en contra de la vida humana y de la inocencia de niños y jóvenes. Amparo Medina concluye ahora su exposición respondiendo a estas preguntas: ¿Qué hacen las empresas con los cuerpos de los bebés abortados? ¿Cuál es la finalidad de acabar con la familia? ¿Cómo abrirle los ojos a una sociedad engañada?

Amparo Medina - experta en pastoral familiar y exfuncionaria de la ONU- nos ha desvelado a lo largo de los siete capítulos de este bloque de “Entre Profesionales”, que trata el tema “Leyes que rigen el mundo”, la manipulación de la que somos objeto por parte de importantes organismos, cuyo verdadero rostro desconocemos realmente.

Hemos llegado al final de nuestros programas de pastoral de la vida. Queridos amigos de HM Televisión, gracias por su paciencia, por su tiempo. En este último programa vamos a sacar las conclusiones de todo lo que hemos visto.

Vamos a empezar analizando la cultura de la muerte. Como decía San Juan Pablo II, es y tiene como objetivo, la destrucción del ser humano en todas sus formas. Algo que hemos comprobado en el transcurso de los tiempos es que esta destrucción del ser humano tiene unos brazos ejecutores muy fuertes a nivel internacional comandados por las farmacéuticas que financian proyectos y programas a través de las Naciones Unidas, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, de USAID, farmacéuticas como Cytotect, que son las que están detrás de todo esto vendiendo sus productos. Los mismos que dañan la salud de los jóvenes, destruyen las vidas de las mujeres y, lo más  grave, terminan asesinando a niños y niñas antes de nacer. La cultura de la muerte es, nada más y nada menos, que un gran negocio que se filtra en nuestros países. ¿Qué ha ocasionado esta cultura de la muerte? Esta cultura de la muerte ha ocasionado un cambio cultural muy grande, gravísimo para la sociedad, y que hoy ha tomado un nuevo nombre: perspectiva de género. La ideología de género lo que busca es la destrucción total de la criatura de Dios y su rebelión ante su Creador. La perspectiva de género nos dice que ya no nacemos ni hombres ni mujeres, que podemos ser lo que cada uno de nosotros queramos. En sus últimos textos dicen que ahora podemos ser mujeres con pene y hombres con vagina, que ya no nacemos seres humanos sino que podemos ser también animales, que ya no tenemos ni catorce ni quince años, sino que ahora yo puedo decidir la edad que quiero tener, el color de piel que quiero tener, si quiero ser hombre o mujer, o si quiero ser indefinido. La perspectiva de género lo que busca es hacer de mi cuerpo un objeto que sirva exclusivamente para el placer, no importa ni cómo ni cuándo ni dónde ni con quién. Tampoco importan las consecuencias.

¿Qué es lo que ha sucedido con toda esta ley? Ha sucedido que muchos jóvenes enferman. Ya no existen solamente cinco enfermedades de transmisión sexual. Actualmente existen aproximadamente 50. Los más cautelosos hablan de treinta tipos de enfermedad de transmisión sexual latentes en nuestros hijos. El 46% de ellos están contagiados del virus de papiloma humano. Solo en Estados Unidos, cada ocho segundos, un joven adolescente se contagia de una de estas enfermedades de transmisión sexual. Se calcula que existen a nivel internacional más de treinta y seis millones de jóvenes contagiados de una enfermedad de transmisión sexual. La mayoría de estas enfermedades de transmisión sexual no se contagian vía fluido. Por lo tanto, el preservativo es poco o nada efectivo frente a estas enfermedades que se transmiten piel a piel, que son enfermedades dérmicas, como el herpes o el virus del papiloma humano, que son las más frecuentes entre los jóvenes hoy en día.

Además de constatar cómo crece el número de enfermedades de transmisión sexual, vemos también que se inicia la actividad sexual desde muy pequeños. Ya no iniciamos  con 16, 17, 18 años, sino que hoy hay chicos que inician su vida sexual a los 10, 12 años. Y como no existen anticonceptivos seguros, nos estamos enfrentando a una crisis mundial de embarazo adolescente, porque estas empresas se han dedicado a vender y difundir sus productos entre jóvenes de una edad más temprana, con la consecuencia directa del embarazo adolescente. Se calcula que solamente en América latina, de cada cinco adolescentes, tres de ellas están embarazadas. ¿Por qué? Por estas campañas de proyectos de salud sexual reproductiva. Las mujeres no solamente contraen enfermedades, sino que también se quedan embarazadas. Y como ya no saben qué hacer con tanto embarazo adolescente, lo que hoy están desarrollando son las leyes del aborto. Estas leyes de aborto son leyes graduales que van de lo más pequeño a lo más grande. Empiezan vendiendo la despenalización del aborto en casos de violación, en casos de personas con discapacidad, en casos de personas con problemas de salud. Una vez que logran entrar con esas leyes, las van ampliando. Primero comienzan con leyes de pequeños plazos, después la legalización del aborto hasta las 10 semanas, hasta las 12 semanas, hasta las 14 semanas, hasta los cinco meses… Y en Estados Unidos terminan haciendo abortos legales hasta de nueve meses. En un aborto de nueve meses, la mujer antes de dar a luz decide que ya no quiere tener ese bebé y quiere abortar. Los médicos lo que hacen es girar al bebé, abren la base del cerebro del bebé, absorben el cerebro del bebé, esperan a que el niño no tenga ni un solo signo vital, y una vez que el bebé ha expirado, se saca del vientre de la madre al bebé muerto y se tira ese bebé a la basura. Esto se considera un aborto legal, y este aborto es legal en varios estados de los Estados Unidos.

Actualmente también se sabe que las farmacéuticas no se han conformado con el negocio del aborto, sino que también usan ciertas partes del bebé, dando un paso más adelante todavía, y venden partes de esos bebés abortados en un gran mercado, en un negocio negro. Les venden a las mismas farmacéuticas, a las mismas empresas químicas, para elaborar productos como cremas antienvejecimiento, el colágeno champú para el pelo, para investigaciones, para tratamientos. Hoy en día la industria de la muerte ha crecido, inclusive vendiéndonos partes y restos de bebés humanos hasta para productos alimenticios. Si ustedes ven actualmente vídeos del Planned Parenthood y su bochornoso negocio de partes de bebés abortados, van a ver que existen partes de bebé abortados que se pueden vender por 5.000, 6.000, 8.000 dólares. El precio de la parte de un bebé abortado va desde los 100 dólares hasta los 8.000 dólares. Por eso existen tantas técnicas para que estos bebés salgan intactos. Para esta industria, mientras menos destruido salga el bebé es mucho mejor, porque el costo de ese bebé es mucho más alto.

Una vez que ya han destruido toda esta parte del ser humano, han ido a por la siguiente. ¿Cuál es? Empezar a trabajar en la mente del ser humano que no importa lo que haga con su cuerpo. Como ya se ha dicho: ya no nacemos ni hombres ni mujeres, puedo elegir ser lo que yo quiera. Una vez que ya no nacemos ni hombre ni mujer, puedo matar a los bebés y puedo vender las partes de estos bebés. ¿Cuál ha sido la consecuencia? Estamos totalmente deshumanizados. Ya no nos preocupa el vecino, ya no nos preocupa quién soy, ya no me preocupa con quién tengo relaciones, ya no me preocupa si aborto, si no aborto. Lo único que me preocupa es el yo. Yo quiero estar bien. Yo quiero ser feliz. Yo quiero ser millonario. Yo quiero tener un auto. Yo quiero tener un piso. Yo quiero. Yo, yo, yo, yo, yo, yo. Al final, ¿qué es lo que hemos conseguido?: Que el número de suicidios a nivel internacional crezca.

Europa está viviendo la tasa de suicidios más alta de la historia. ¿Por qué? Porque empezamos a romper absolutamente todo, todo, todo. Lo que antes nos reportaba realmente felicidad: el servir, servir al otro, amar al otro, el ser… A pesar de cualquier situación, mi ser humano me llama a vivir en función de servir al otro. Eso es lo que nosotros hemos estado perdiendo.

La cultura de la muerte lo que ha conseguido es lo que decía Benedicto XVI: «La última rebelión de la criatura contra su Creador». A la larga, esa es la idea: hacerle sentir al ser humano como si fuese dios. El demonio, que es el que está detrás de todo esto, lo que le está diciendo al ser humano es: «Tú puedes ser más que Dios. Tú puedes decidir cambiar a lo que tú quieras ser. Dios no existe. Dios es un mito. Dios es una fantasía. Por lo tanto, tú eres tu propio dios, y tú te puedes construir como tú quieras, cuando tú quieras, y destruir al otro cuando tú quieras, sin que tengas ningún problema ni ningún cargo de conciencia».

Ya no creemos en el matrimonio. Cada vez pensamos más que el matrimonio es algo que atenta contra nuestra libertad, y no nos damos cuenta que las que más perdemos con todo esto somos nosotras las mujeres. Las mamás me dicen: «¡Ay! Yo quiero que mi hija pruebe primero». Dicen: «Hija mía, prueba antes de casarte, prueben, vean cómo les va». A la misma mamá, al mismo papá, que le dice eso a sus hijos, que no se casen y prueben, yo les pregunto si venderían su casa, primero entregándosela por tres años al que se la quiere comprar, diciendo: «¿Sabe, señor? No me pague, no me dé dinero, no me firme nada. Primero viva en la casa tres años, cinco años y después de que usted pruebe mi casa, si le parece bien, me la devuelve y si no, entonces sí me paga». Yo no sé qué padres de familia harían eso. Les aseguro que ninguno. Cuando alguien quiere vender su casa, se asegura que el dinero que le dan es legal, que no le van a estafar, que todos los papeles están en regla, que la casa está con todo los papeles en regla. Pero en cambio, la hija, la dan gratis. ¿Qué opinan? ¿A dónde hemos llegado? A mi hija, llévensela gratis. Discúlpenme pero a mí mi hija me ha costado lágrimas de sangre. Cada hijo mío me ha dolido darlo a luz, así que como para que venga el primer hijo de vecino, la primera hija de vecina, a llevarse a mis hijos a probar. No, discúlpenme pero simplemente bañadita al regresar, no. Mis hijos valen más que mi casa. Mis hijos valen mas que mi coche. Mis hijos valen más que toda mi vida misma. Por lo tanto, aquel que quiera llevarse a uno de mis hijos me tendrá que firmar un documento diciendo que lo va a cuidar, y ese documento se llama matrimonio. Así, si un día, al otro se le ocurre romper con todo, al menos tengo un documento para decir: «Atención, fulano de tal es el papá de mis nietos, y el tiene que responder por estos hijos». Y jurarme ante un altar, ante Dios, que hasta la eternidad, la va a cuidar, la va a amar, la va a respetar y la va a hacer feliz durante toda la vida. Sólo así se puede llevar a mi hija. Porque de lo contrario no se la puede llevar ni a la esquina. Yo tengo que saber dónde están mis prioridades. ¿Mis prioridades están en mis cosas o mis prioridades están en Dios? Si mis prioridades están en Dios, yo tengo que responder por mis hijos y por mi familia ante Dios. Por lo tanto, yo tengo que cuidar mi familia, tengo que cuidar mis hijos. ¿Ese cuidar, qué implica? Saber que un día yo daré cuentas a Dios de cada uno de estos encargos preciosos que Él me dio.

Les pido por favor a todos ustedes, que nos unamos en una gran campaña de oración a nivel internacional, que recemos juntos todos los días un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por todas estas mujeres que están embarazadas y que están pensando abortar, para que haya una persona, un ángel, que les encuentre y les ayude y les evite este aborto.

Les comprometo a ustedes a acompañar, a ayudar en sus empresas, a sus compañeras de trabajo, a sus vecinas que están embarazadas y atravesando una situación difícil, para que sean acogidas por usted, acompañadas y ayudadas, para que no se dé ese aborto.

Hable claro con sus hijos, con los jóvenes que le rodean, sobre la importancia de la pureza, la castidad. Trabaje para ser un ejemplo de matrimonio. ¿Por qué ya los chicos no se quieren casar? Porque nos hemos encargado de destruir el matrimonio. Hablamos mal del matrimonio. Nos ponemos en contra del matrimonio. Entonces, los hijos no quieren saber del matrimonio. Seamos testimonios de matrimonios felices. Hablemos bien del matrimonio. Ilusionemos a nuestros hijos con el matrimonio. Y no nos olvidemos que hay también un matrimonio precioso que es la vocación religiosa. Hablemos a los hijos de la posibilidad y lo hermoso que es ser religioso. Lo hermoso de la vida consagrada. Lo hermoso de ser sacerdote. Ese es el mejor matrimonio de todos. Imagínense ustedes tener como yerno a Jesús, tener como consuegra a la Virgen María.

Creo que también es importante que empecemos a abrir nuestro corazón y decir las cosas como realmente son, como Dios quiere que las digamos. Recemos por la vocación del matrimonio, recemos por las familias, seamos testimonio del matrimonio, y abramos también nuestros corazones a que Dios regale en cada uno de nuestros hogares, hijos con vocación religiosa, que es el mejor regalo que Dios nos puede dar. No hay mejor regalo que una vocación religiosa, se lo digo por experiencia. Gracias, queridos amigos. Ojalá Dios nos regale muchas vocaciones, muchos matrimonios, muchas familias santas. Dios los bendiga.

Documentales

Documentales

Cortometrajes

Cortometrajes

¿Cómo puedo ayudar?

Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.

Colaboramos con:

proclericis          ewtn
CultuDivino           ain

Newsletter