10 minutos con Jesús: ¿Y si fuera tu último día?
- Categoría: 10 minutos con Jesús
El Señor nos espera en el Cielo, y es necesario que seamos fieles para poder llegar a estar con Él por toda la eternidad.
El Señor nos espera en el Cielo, y es necesario que seamos fieles para poder llegar a estar con Él por toda la eternidad.
En este programa de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley asegura que el Señor carga sobre sus hombros nuestros pecados cuando, con humildad, acudimos a Él arrepentidos y buscando su perdón, por eso afirma también que los que se creen justos no pueden rechazar a los pecadores, aunque sí su pecado, porque todos somos pecadores y el Señor nos espera a todos con entrañas de misericordia.
Cuando las cosas se hacen por amor, todo tiene un sentido y cuesta menos hacerlo.
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron».
«Hoy ha sido la salvación de esta casa; porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
En esta introducción, Juan Carlos Corvera, iniciador y presidente de la Fundación Educatio Servanda, señala la importancia del lenguaje al explicarnos la diferencia que existe entre dos palabras aparentemente iguales: educación y enseñanza. ¿Quién debe escoger cómo educar a un niño? ¿Su familia o el estado? Juan Carlos Corvera demuestra que la enseñanza debe desarrollarse bajo la libre elección de los padres, conforme al tipo de educación que estos quieren dar a sus hijos. Entonces, ¿tiene el estado algún papel en cuanto a la enseñanza?
¿Consideras tu propia muerte una pérdida o una ganancia que te va a llevar al encuentro con Cristo y a la vida eterna?
«Hijo de David, ten compasión de mí!».
Merece la pena arriesgar la vida por Cristo, quitarse el miedo que nos paraliza y lanzarse a los brazos de Dios.
«El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.



