10 minutos con Jesús: testigos de Jesús
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosostros, como lo esperamos de ti.
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al dueño de la mies para que envíe más trabajadores.
Dios mío, confío en ti.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificio.
«¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
Madre mía, haz de mí una persona de fe como lo fuiste Tú.
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Te seguiré adondequiera que vayas.
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Poner por obra las palabras de Jesús.
Hoy te pedimos Señor que nos hagas santos.
Jesús, háblame de esas cosas santas y de esas perlas que hay en tu corazón.
Preparad el camino del Señor.
No os agobiéis por el mañana.
Donde está tu tesoro, allí está tu corazón.
Vosotros orad así:
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado dea tu nombre; venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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