10 minutos con Jesús: Ya se ve Belén
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
«Y María nos señalaba gozosa su vientre... ¡Ahí estaba el Redentor, el esperado por todos, nuestra Esperanza, con Él no había nada que temer!»
«Y María nos señalaba gozosa su vientre... ¡Ahí estaba el Redentor, el esperado por todos, nuestra Esperanza, con Él no había nada que temer!»
«Contemplar el misterio de la Navidad significa contemplar la Alianza definitiva, nueva y eterna.»
«Sé feliz, deja entrar en ti el amor de Cristo y serás santo....»
«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada».
«No hay mejor prueba del misterio de Dios hecho carne en medio de nosotros que la alegría...»
Ella guardaba todas estas cosas en su corazón...
El tiempo en el que el Creador esperó obtener permiso de una criatura para entrar en su propia creación...
«Jesús está buscando todavía posada en tu corazón...»
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?».
«Jesús, sigues buscando posada en mi corazón... ¡Entra, ven y no tardes!»
«Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo.»
«Me ha llenado de paz, el saber que Él siempre nos va a acompañar...»
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena».
«Aquí se avanza más quitando que poniendo...»
«En nuestro corazón necesitamos hacer espacio para Dios...»
«Su verdadero deseo era ser solamente de Cristo.»
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar».
«¿Soy capaz de reconocer al Dios que está interviniendo en mi vida?»
«¡Aquí el Verbo se hizo carne!»
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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