Los preservativos no garantizan “sexo seguro”. Son la castidad y la fidelidad conyugal los que combaten contra el SIDA. La Iglesia tiene razón en su decisión contra la transfusión de SIDA en África: sólo la abstinencia, la castidad y la fidelidad conyugal son los remedios para parar la transmisión del SIDA.

 

Se trata del SIDA y de los preservativos. Muchos creen que los preservativos son una garantía en las relaciones sexuales para no contraer el SIDA, enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados. Pero, informes científicos confirman que los preservativos no reducen el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, y mientras más se distribuyen preservativos, más aumenta el VIH SIDA. El uso de los preservativos es contrario a la dignidad humana, cambia la belleza del acto de amor en una búsqueda egoísta de placer mientras que se rechaza la responsabilidad.

 

Habla sobre el SIDA y el crecimiento de este virus en el mundo en los últimos años. Discuten varias teorías sobre el origen del virus. La ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2004 cree que fue creado por un científico y la finalidad del virus era exterminar la raza negra.

 

 

Se trata de los gobiernos, los estados, y el sistema económico social, cuya única ley es la acumulación de capital, y sus efectos en la globalización.